Tiempo de lectura 5 minutos

Por Francisco Noguera (*) 

Estas últimas semanas han sido de gran movimiento geopolítico. Las grandes potencias y sus aliados demostraron aquello que decía el líder fundador del justicialismo: la verdadera política es la internacional. Desde la última cumbre de los BRICS en Kazan, Rusia, pasando por la elección del nuevo presidente de los Estados Unidos de América y la reciente cumbre del G20 en Río de Janeiro. 

Entre tantos actores moviendo sus fichas en el tablero internacional podemos ver cómo algunas voluntades van torciendo otras. Rusia con una geopolítica definida de alejar lo más posible de sus fronteras las armas de la OTAN viene dando una batalla sin tregua en territorio ucraniano, fortaleciendo su poderío militar en la región. Pero no solo eso, también fue la gran anfitriona de la última cumbre de los BRICS en Kazan que reunió a las cinco grandes economías emergentes del mundo, donde se aprobó la incorporación definitiva al grupo a Egipto, Etiopía, Irán y los Emiratos Árabes Unidos (una gran oportunidad perdida para la Argentina). A esto se le sumó la  presencia de otros países que aspiran a ser parte de este grupo que viene teniendo un gran desarrollo internacional y que suma una nueva plataforma de inversión para los países en vías de desarrollo y el fortalecimiento del Nuevo Banco de Desarrollo que ya lleva invertidos 33.000 millones de dólares en más de 100 proyectos en todo el mundo. 

China viene experimentando una tendencia  a la baja de su crecimiento económico, pero lejos de una crisis sigue en carrera para disputar el primer puesto económico y comercial con Estados Unidos, que hoy en día es el principal consumidor de materias primas, bienes y servicios, como así también el principal exportador de manufacturas del mundo. Los chinos siguen siendo uno de los grandes socios comerciales de la mayoría de los países. Por su parte, con la presentación de los nuevos caza A35 con las narices apuntando hacia la isla de Taiwán, continuan apostando a estar a la altura en el plano militar de Estados Unidos y Rusia. Además su diplomacia viene cumpliendo un rol de gran importancia en el encuentro entre países de Medio Oriente como Arabia Saudita, Afganistán, Irak y Siria entre otros, grandes productores de energía, recurso que sin dudas necesita para dinamizar aún más su industria. En este contexto Xi Jinping inaugura el mayor puerto con inversiones chinas de América en Perú impulsando el comercio del Asia Pacifico. 

Tanto Turquía como la India vienen desarrollando una política más autónoma de Europa y Estados Unidos profundizando su relación con el resto de los países del BRICS y llevando alianzas estratégicas con países asiáticos, con un gran desarrollo militar y donde ambas naciones continúan bajo la dirección de gobiernos nacionalistas tradicionales con Erdogan y Modi aunque con resultados más ajustados en las últimas elecciones.

La Unión Europea, por su parte, parece no encontrar un rumbo a pesar del gran esfuerzo de varios dirigentes de encolumnarse atrás de Kiev desde comenzada la guerra con Ucrania. Luego del Brexit y la salida del Merkel de la jefatura del Estado Aleman no han podido encontrar un liderazgo capaz de llevar adelante una geopolítica propia. A esto se añade la  fragmentación interna de los países que la integran, con un descontento social creciente por la suba de la energía y los alimentos y la caída de su industria, en especial la alemana, bajó la dirección de un gobierno socialista al mando de Olaf Scholz. 

Un punto aparte para los países del Sahel que vienen llevando adelante una revolución panafricana contra la explotación francesa, donde los gobiernos nacionales de Níger, Burkina Faso y Mali Han producido hechos de gran relevancia para toda África como la nacionalización del agua, de empresas de uranio, oro y plata además de la creación de miles nuevas escuelas, hospitales, carreteras y vías férreas, sin dejar de mencionar la pacificación de gran parte de sus territorios antes en manos de grupos extremistas armados cercanos a sus antiguos colonizadores. 

Poniendo la mirada en nuestro continente podemos ver cómo las últimas elecciones en Estados Unidos han puesto nuevamente a Donald Trump al mando. mpulsado por el mal gobierno de Joe Biden logra consagrarse como presidente nuevamente no solo obteniendo los electores necesarios sino también el apoyo del voto popular, es acá donde podemos tener grandes interrogantes, el multimillonario del norte llega con una agenda de industrialización, energía barata y la promesa de terminar la guerra de Ucrania, cosa que la administración Biden le está poniendo difícil tras la aprobación por su parte de la utilización de armas de largo alcance con las que Ucrania podría atacar territorio ruso. Por su parte los rusos no han dejado este hecho sin respuesta poniendo sobre la mesa la posibilidad de utilizar armas nucleares contra los países de la OTAN con una nueva doctrina nuclear. 

Un poco más al sur se celebró la última cumbre del G20 en Río de Janeiro que tuvo como anfitrión y gran figura a Lula DaSilva, que pone a Brasil como la gran potencia económica y militar de la región, en la que también se pudo observar un protagonismo, por lo menos simbólico, de los miembros de los BRICS, con gran simpatía con los gobiernos de Colombia con Petro, Chile con Boric y Mexico con su flamante presidenta Claudia Sheinbaum. Sin embargo, traza una fuerte distancia de su par venezolano tras las últimas elecciones en el país caribeño y que cabe mencionar, Brasil se opuso a la incorporación de Venezuela como miembro de los BRICS en su última cumbre lo que generó cierta distancia de posiciones con Rusia y China. 

Por nuestra parte Argentina sigue mirando con la ñata en la ventana lo que viene pasando en el escenario internacional, mientras se rifan las empresas estratégicas nacionales con un presidente que en política internacional por lo menos, casi nunca hace lo que dice.

Nos quedan varios interrogantes— ¿Cómo seguirá la escalada bélica entre Israel y los países Árabes? ¿Cómo continuará la guerra comercial entre China y Estados Unidos? ¿Que pasara con un posible acercamiento de Trump con Putin y la guerra de Ucrania? Sin dudas el mundo nos necesita cada vez más atentos.

(*) Es Licenciado en Relaciones Internacionales por la UNICEN, becario del International Lenguaje College, Shandong Normal University.